martes, 3 de abril de 2012

La disputa entre Descartes y Harvey sobre la circulación sanguínea


En el siglo XVII, dentro del campo de la medicina y más concretamente de la fisiología, se entendió la circulación de la sangre como  un movimiento de ida y vuelta dentro del sistema venoso siguiendo las ideas de Galeno, hasta que más tarde llegó  William Harvey, quien rechazó esta teoría y formuló la suya propia acerca de este proceso. Así pues, Harvey presenta en De Motus Cordis, una teoría con el fin de explicar la circulación de la sangre. El investigador británico afirma en ella que el corazón impulsa la sangre hacia las arterias y aspira aquella contenida en las venas.  La contracción y relajación del corazón provoca efectos mecánicos que se parecen a los que se dan en una bomba hidráulica. El movimiento de la sangre se produce conforme a principios que se rigen en un orden físico-mecánico. Desde el ventrículo Izquierdo, la sangre es enviada a las arterias por la aorta, consiguiéndose su expansión por todo el cuerpo. Harvey concebirá los vasos arteriales como estructuras pasivas que el flujo de la sangre dilata. El corazón bombea sangre hacia la aorta en su fase sistólica y la red arterial se expande rítmicamente, así  pues, el investigador británico consideraba que las contracciones del corazón eran la causa del movimiento de la sangre. De esta manera, la sangre en circulación resultaba ser materia en movimiento, por tanto elmecanicismo lograba su primera victoria en la biología moderna.

Tan pronto como  De Motus Cordis fue publicado, Descartes aceptó el descubrimiento de Harvey sobre la circulación de la sangre. El filósofo francés entendió que la física era reducible a la mecánica y que el cuerpo humano era semejante a una máquina. Sin embargo, de acuerdo con una antigua tradición fisiológica, pensó que la máquina humana se mantenía en funcionamiento por el calor generado en el corazón. Así pues, René Descartes defendió la teoría mecanicista de Harvey al considerar el movimiento de la sangre como una circulación perpetua y al coincidir con la  visión del filósofo del ser humano como máquina.  Sin embargo, quiso aportar nuevas ideas "mecanicistas" destacando de esta manera ciertos errores en cuanto al papel activo del corazón, demostrado claramente por el investigador británico. Descartes defiende que la sangre sigue el trayecto que Harvey señala, pero por otra parte afirma que su teoría es insuficiente, porque en ella no se encuentran las razones geométricas del movimiento del corazón. En la fisiología de Descartes, se defiende que el corazón no impulsa la sangre sino que es dilatado por ella, es decir, que el corazón no bombea sangre sino que, al poseer una elasticidad limitada, obliga a que las válvulas situadas en los ventrículos se abran bajo el aumento de la presión al entrar la sangre. De esta manera, para Descartes la causa de la circulación de la sangre, así como el principio de todos los movimientos del cuerpo, es el calor  del interior del corazón y no la contracción de éste como afirma Harvey, pues para el filósofo dicha contracción no existe.

 
Pese a sus discusiones acerca de como funcionaba realmente el cuerpo humano como, en las discrepancias anteriormente dichas acerca de la circulación sanguínea, podemos afirmar que gracias a las teorías de filósofos y médicos como Descartes y Harvey, destacando claramente que quien estaba en lo cierto era el investigador británico,  disfrutamos actualmente de la medicina tal y como la conocemos, pues dichas teorías supusieron un avance importante para el estudio de los futuros y actuales científicos sobre el funcionamiento del cuerpo humano, del corazón y de la circulación de la sangre.






                                                                          
                                         Andrea Zarcero Monzon y Marina Mora Cano.

2 comentarios:

  1. Molt bé però si penseu aprofitar-la, caldria que fos més sintètica. Reduïu de la presentació encara que podeu mencionar a Galeno i de la conclusió que fa un balanç massa global.
    Bon treball.

    ResponderEliminar
  2. vvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvv

    ResponderEliminar